Un intenso tiroteo encendió la alarma en la frontera norte, donde es habitual el contrabando de mercaderías y drogas, pero es poco esperable un enfrentamiento armado con las patrullas de gendarmes.
Eso ocurrió en la zona salteña conocida como Senda Hachada. Una huella en el monte no muy alejada de la ruta nacional N° 34, una de las vías más tradicionales del narcotráfico. Allí una unidad de la fuerza de seguridad federal sorprendió a una docena de contrabandistas que portaban varios bultos.
Al intentar identificar a esas personas, los gendarmes recibieron disparos como única respuesta.
Uno de los gendarmes del Escuadrón 52 Tartagal resultó herido en una pierna durante ese enfrentamiento que derivó en una de las mayores decomisos de droga de los últimos años: 365 kilos de cocaína.
Intervino la fiscalía federal descentralizada de Tartagal, quien dispuso el labrado de las actuaciones como así también el secuestro de la totalidad de la droga y de las dos motocicletas que fueron halladas en la zona.
El cargamento de cocaína estaba distribuido en paquetes de poco más de un kilo, que los traficantes portaban en mochilas artesanales.
La droga incautada tiene un valor en el mercado ilegal que fue calculado por las autoridades en más de 3,5 millones de dólares.
ntervino la fiscalía federal descentralizada de Tartagal, quien dispuso el labrado de las actuaciones como así también el secuestro de la totalidad de la droga y de las dos motocicletas que fueron halladas en la zona.
El cargamento de cocaína estaba distribuido en paquetes de poco más de un kilo, que los traficantes portaban en mochilas artesanales. La droga incautada tiene un valor en el mercado ilegal que fue calculado por las autoridades en más de 3,5 millones de dólares.