La microfinanciera Contactar, con énfasis en el trabajo con los microempresarios rurales, en el marco de su primer foro denominado ‘Oportunidades y riesgos del cambio climático’ presentó cinco herramientas para gestionar los riesgos y mitigar, en mayor proporción, los efectos derivados del cambio climático.
De acuerdo con Ángela Liliana Rodríguez González, miembro de la Dirección de Cambio Climático y Gestión del Riesgo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, “es fundamental que nos articulemos en las acciones contra el cambio climático, porque este nos afecta a todos”. También anotó que, basados en los datos derivados de estas herramientas, es posible prever los riesgos y actuar preventivamente ante ellos.
Lo primero es que la compañía se comprometió a aportar Mapas de Riesgo Climático, a través de los cuales los productores, colaboradores y la comunidad en general podrán conocer las amenazas a las que están expuestos, de acuerdo con su ubicación geográfica y la información de fuentes expertas.
En segundo lugar, plantea Boletines Agroclimáticos que contendrán recomendaciones de acuerdo con la predicción del clima por departamentos, cultivos y sectores de manera trimestral. En tercer lugar, facilitará la notificación de Alertas Climáticas, que se difundirán de manera semanal y se ajustarán con relación a las necesidades de los clientes de Contactar y su región de influencia. También contemplan la entrega de Alertas Sanitarias, que abarcarán toda la información en torno a plagas y enfermedades derivadas de los fenómenos naturales, con el objetivo de que los empresarios y agricultores puedan tomar decisiones informadas.
Por último, gestionará la proporción de un canal de Reportes de Riesgo Climático, en el que tanto colaboradores, productores y clientes se podrán informar sobre la ocurrencia de eventos del clima en su zona de influencia.
Carlos Quintero, docente de Ingeniería Ambiental de la Universidad El Bosque, explicó que el impacto del cambio climático y el calentamiento global en la agricultura se traduce en afectaciones por plagas y enfermedades a los cultivos, en altas temperaturas o cambios en la distribución de las precipitaciones que perjudican los rendimientos de la cosecha. Así mismo, indicó que los vientos secos son la causa de las mayores pérdidas de agua por evapotranspiración de los cultivos, lo que lleva a aumentar la necesidad de riego e incurrir en mayores costos.
Frente a esta situación, se hace necesario tomar medidas de adaptación y mitigación, tales como el uso de abonos verdes o cultivos de cobertura en rotación, que permitan mantener la humedad del suelo y evitar la radiación directa del sol, aportando materia orgánica.
De acuerdo con el experto, también “es importante la inclusión de especies arbóreas en los sistemas productivos para reducir la cantidad de carbono en la atmósfera, aunque ello implique el diseño de sistemas agroforestales, silvopastoriles y agrosilvopastoriles. Por último y no menos importante, es preciso considerar el uso de semillas nativas, las cuales tienen un alto poder de adaptación”, puntualizó Quintero.