Esta Mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador en rueda de prensa habló sobre la formalización de la alianza en entre los partidos PRI-PAN-PRD para los próximos procesos electorales.
Y es que, sinceramente, no podemos esperar otra cosa de los opositores miembros del régimen de privilegios que gobernó nuestro país durante décadas y que fueron expulsados del poder en 2018, por un pueblo cansado de sus canalladas.
El cinismo es lo que distingue a ese clan de políticos y partidos en desgracia con oscuros pasados y tristes recuerdos para nuestro país, empresarios corruptos huérfanos de protección en el gobierno para sus tropelías y líderes de opinión caducos, desamparados por un poder distinto que ya no se subordina ante sus caprichos o intereses de grupo.
La formalización de un solo bloque opositor PRI-PAN-PRD para las elecciones de 2021, es clara muestra de la desesperación de este grupo por volver a como de lugar al poder, para imponer de nuevo la agenda de corrupción e impunidad que imperó en México durante su hegemonía. Sin referencias ideológicas ni proyecto estructurado, hoy partidos políticos supuestamente antagónicos se unen con el único objetivo de querer regresar a ese México que parecía estábamos condenados a padecer por siempre: el de los García Luna, los Lozoya y Rosario, los Peña, los Duartes, los Fox y Calderón.
Tocará a la ciudadanía recordarles quiénes son y por qué fueron desterrados en 2018. Bastará con analizar el legado de desigualdad incesante, robo descarado, impunidad tolerada y pobreza generalizada, al que sometieron a nuestro país durante décadas.
Nuestro pueblo lo sabe, hoy está libre de las corruptelas y pactos en lo oscurito del pasado, y seguramente volverá a decirles ¡no! a su estrategia de mentiras que apuesta por la corta memoria de la sociedad.