Aunque pareciera que los jóvenes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se hicieron viejos sin antes madurar, como en todos los casos, y en todas las familias, siempre existe la excepción que rompe la regla; para Culiacán y para el PRI es: «Ivanjov Valenzuela Pérez».
De los barrios humildes, pero también más emblemáticos de Culiacán, la capital del estado, según la voz popular, no solo del citadino barrio de Tierra Blanca, sino de todos los rincones geográficos del municipio, surge un nuevo valor político con altos rasgos de liderazgo social, circunstancia que en muchos empieza a incomodar en la legión tricolor por su perfil de alta rentabilidad electoral.
Ivanjov Valenzuela es de origen y cuna sencilla, de padres maestros, profesión que también ha sabido cultivar en gran medida, con los valores más íntegros como la resposabilidad, la ética y la honestidad.
Dicen que “nadie es profeta en sus tierra”, mucho menos del lugar donde vive, pero hablar de la trayectoria social-humanitaria, del también maestro de vocación, no es cosa menor, eso Tierra Blanca lo sabe y se lo reconoce.
Por muchas razones y pese a su corta edad, Valenzuela Pérez es visto como un perfil más social que político; por su calidad humanitaria y de filántropo con el que Culiacán y los sectores más vulnerables pueden contar, tales como la niñez, adultos mayores o familias en extrema pobreza, quienes lo referencian como su mano amiga.
Ha sido a través de la asociación civil, «Fuerza Sinaloense» donde Ivanjov, ha conformado una alianza seria y formal con empresarios de diferentes giros, con los diversos sectores productivos, del medio artístico, y otros,
para en conjunto
hacer un solo frente de apoyo y ayuda a los más necesitados; llevándoles programas sociales como: “cumpleaños con causa” en pro de los niños con cáncer, “prótesis mecánicas de brazos” enfocado a niñez de muy bajos recursos, así como también, el de “colchones antiescaras” para personas postradas en cama, “operaciones de la vista”, incluso, compartiendo el logro con otras asociaciones civiles de la misma naturaleza.
Asimismo, podemos mencionar que dentro de los esfuerzos de gestión de este joven valor, están de manera constante y permanente el “programa de becas de estudio” para diversos niveles educativos, el de transporte y de descuento en tiendas para estudiantes de bajos recursos, a los que se le suma el de apoyo a niños con algún tipo de talento artístico musical.
Si alguien considera, que esto no es hacer labor social y «política de la buena», de esa que busca en una actitud humanamente rectora el bienestar comunitario de todos y para todos, entonces, ilumínennos y díganos cuál sí.
En esta referencia somera y semblanza de vida sobre las acciones emprendidas por Ivanjov Valenzuela Pérez, misma que quedará expuesta al más crítico y concienzudo escrutinio social, invitamos para que a las voces de mando y de decisión dentro de su partido; no lo desdeñen como acostumbran, en virtud de que la sociedad podría juzgárselos.
Luego les estaremos platicando más, mucho más de los buenos oficios de nuestro también colega de los medios masivos de comunicación.
Por último, queremos reiterar que Ivanjov, hoy con trabajo y mucha fe, lucha por un sueño muy legítimo: ser presidente municipal de Culiacán para poder ayudar a más gente buscando el bienestar colectivo, pero…¿qué tal le quedará una diputación local o federal?
Eso, lo sabremos al tiempo.
Debatimos en: @carlosrochin40
Contacto: [email protected]