La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) de México destacó este jueves ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que la agricultura en el mundo “no puede parar” a pesar de la pandemia del COVID-19.
“El abasto de alimentos muchas veces se da por hecho, pero viene del esfuerzo de agricultores, campesinos y ganaderos que no han bajado los brazos, aunque todo ellos están expuestos al virus porque la agricultura no puede parar”, declaró el titular de la Sader, Víctor Manuel Villalobos.
El funcionario mexicano participó este día en la segunda conferencia en línea de la FAO-COVID-19: “Cómo fortalecer la producción alimentaria en el contexto del COVID-19”
En la reunión, Villalobos compartió las políticas del sistema alimentario mexicano y las acciones de coordinación en la región de América Latina y el Caribe, “a efecto de implementar los mecanismos de mitigación y atención de los efectos de la contingencia sanitaria en nuestro sector”.
La agricultura se consolida como el componente prioritario proveedor de alimentos. (Foto: REUTERS/Alan Ortega)
Señaló que la agricultura se consolida como el componente prioritario proveedor de alimentos.
“Esta pandemia nos enseña y prepara para trabajar con mayor unidad, a fortalecer cada vez más los protocolos sanitarios e implementar infraestructura productiva y logística para estar prevenidos”, señaló.
En la reunión virtual, Villalobos pidió reconocer el trabajo de mujeres y hombres del campo “para contar con alimentos, porque la agricultura no puede faltar” y destacó el valor social de la producción.
El funcionario compartió que en México existe una permanente coordinación con la Secretaría de Economía “para darle seguimiento al abasto de alimentos y materias primas de importación y exportación”, esto con el objetivo de proveer productos en ambos lados, “mediante un manejo responsable de cupos para evitar la especulación y sobreprecios”.
Expuso que a través del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) y el Centro de Información de Mercados Agrícolas (CIMA) se da seguimiento en la producción y comercialización a productos como el azúcar, maíz, sorgo, fríjol, trigo, arroz, carne de bovino, porcino, pollo y leche, entre otros.
El Gobierno de México informó que utiliza tecnología para la importación de productos agroalimentarios a fin de garantizar el abastecimiento durante la pandemia del COVID-19, que 3,181casos y 174 fallecidos en el país.
En un comunicado, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) explicó que el Centro de Documentación y Dictaminación (CDD) realiza vía remota la revisión documental del 60% de solicitudes de importación de alimentos que ingresan por seis de las Oficinas de Inspección y Sanidad Agropecuaria (OISA) con mayor movimiento.
El CDD “recibe y dictamina” a través de la Ventanilla Digital Mexicana de Comercio Exterior “los trámites de importación, con el fin de agilizar la entrada de los productos alimenticios que demanda el mercado nacional”, apuntó la nota.
La Sader explicó que esta modalidad cuenta con dos ventajas fundamentales, “desalentar actos de corrupción” al eliminar el contacto con el usuario y “agilizar el flujo de mercancías reguladas”, tales como materias primas y productos de consumo directo.
Explicó que, bajo este esquema, los cargamentos comerciales llegan a la aduana con la documentación revisada y aprobada vía remota, por lo que su ingreso al país ya solo depende de la inspección física que deben realizar los oficiales del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
Esto para constatar que las mercancías vienen libres de plagas o enfermedades que pudieran poner en riesgo la producción de alimentos en México, lo cual realizan con apego absoluto a las medidas sanitarias recomendadas por la Secretaría de Salud, orientadas a disminuir el riesgo de contagio del COVID-19.
La Sader explicó que la citada herramienta tecnológica resulta útil ante la emergencia sanitaria que se vive en México y el mundo y contribuye a proteger la salud de los oficiales sanitarios y los usuarios.