Guamúchil, Sinaloa.- Luego de que el gobierno federal cerró la llave a los recursos para la ejecución de obra pública, constructores no la han pasado nada bien, por lo que esta situación ya empieza a causar efecto en los empresarios, obligándoles a tomar medidas drásticas conforme a la plantilla laboral y otros gastos en la operatividad de las empresas.
Héctor Salazar Vázquez presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Guamúchil, mencionó que a pesar de que compañeros constructores tuvieron que hacer medidas restrictivas en sus empresas, mantienen la esperanza de que en poco tiempo pueda liberarse recurso por parte del gobierno federal para llevar a cabo obra pública en la cual puedan participar y poder salir de este bache en el que se encuentran.
“El común denominador de todos es que no hay trabajo, todos han tenido que adoptar medidas restrictivas hacia el interior de sus empresas, reducir al máximo posible sus plantillas, pero pues aún está la perseverancia de esperar que se de la derrama de recurso público”, expuso Salazar Vázquez.
El líder de los ingenieros civiles en el municipio expuso que el mismo Secretario de Hacienda dijo que el país ocupaba una inyección de capital para evitar caer en recesión, por lo que esperan que al ramo de la construcción pueda venir parte de ese recurso, considerando que a través de esta se genera derrama económica que se multiplica.
“No puede una autoridad federal pretender que haya crecimiento, si no ejerce nada de inversión” dijo.
Indicó que los constructores se han valido de alguna otra fuente de empleo, además de participar en obra privada para poder subsistir ante la mínima derrama de obra pública en la región del Évora, mientras la situación vuelve a la normalidad.
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