México, D.F.- El subprocurador general de Estados Unidos, Kenneth Blanco, reveló que las organizaciones criminales “lavan” alrededor de 29 mil millones de dólares cada año entre México y Estados Unidos.
Durante la inauguración del programa de capacitación de Juicios Orales de la Procuraduría Fiscal de la Federación (PFF) de México y la Oficina Internacional de Desarrollo de Sistema de Procuración de Justicia de Estados Unidos, (PPDAT, por sus siglas en inglés), Blanco precisó que esa cifra deja claro que el problema no es sólo de México o de Estados Unidos, sino “una problemática de ambos países y del mundo entero”.
Por ello, agregó, se hace impostergable una mayor cooperación no sólo binacional, sino mundial, para combatir el delito.
Este lunes, el funcionario estadunidense y el procurador fiscal de la Federación, Javier Laynez, pusieron en marcha el proyecto conjunto para la capacitación en materia de aplicación del nuevo sistema penal acusatorio en el renglón fiscal, denominado “Caballo de Troya”.
Con ese programa, personal de la Procuraduría Fiscal tendrá acceso a experiencias sobre aspectos generales de la investigación inicial, los roles del Ministerio Público y la Policía de Investigación, así como en el tema de cómo investigar un delito.
Se trata de un esfuerzo conjunto, y el curso representa un esfuerzo importante de cooperación en el combate de los delitos financieros y fiscales tanto en México como en Estados Unidos, dijo Blanco.
Añadió: “Es importante la capacitación porque los papeles de los fiscales e investigadores (mexicanos) cambiarán drásticamente con el nuevo sistema penal de México, el cual les permitirá una mayor independencia en su trabajo del combate a la delincuencia organizada”.
Por su parte, el procurador fiscal de la Federación, Javier Laynez, resaltó que el nuevo sistema judicial, que arrancó en 2008 en algunos estados del país y se aplicará a escala nacional en marzo de 2016, “es el cambio más importante en por lo menos 50 años en materia de investigación criminal y de administración de la justicia. Cambiar a un sistema penal acusatorio implica una serie de elementos a los que no estamos acostumbrados a utilizar”, apuntó.
Blanco comentó que a través del nuevo sistema de justicia penal acusatorio, el papel y responsabilidad de fiscales e investigadores cambiará “drásticamente”, ya que tendrán más autonomía para enfocarse en los casos más trascendentes.
“Estarán en posibilidades de realizar investigaciones proactivas frente a las criminales, en lugar de actuar de manera reactiva frente a las detenciones. Esto significa que las autoridades podrán dedicarse mayormente a perseguir y desmantelar las redes del crimen organizado”, destacó.
Y aseguró que el gobierno de Estados Unidos está listo y dispuesto a colaborar con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en esa tarea.