“El domingo 6 de marzo de 1927 a las nueve de la mañana…”, de esta forma es que Gabo, como era llamado por sus amistades, relata el momento de su nacimiento en uno de sus textos que lleva como título, Vivir para contarla.
Gabriel José de la Concordia García Márquez, fue un niño con una infancia privilegiada y no precisamente porque poseyera muchas cosas, sino porque la verdadera riqueza la tenía en su familia, en sus abuelos maternos, con los que vivió hasta que el coronel Nicolás Márquez, veterano de la guerra de los Mil Días, falleció, y el pequeño Gabriel se tuvo que ir a vivir con sus padres, Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez.
Las múltiples historias que le fueron contadas por su abuelo, su abuela, tías y padres, así como sus propias experiencias de vida y las mujeres que conoció, han sido plasmadas en las obras que el escritor colombiano realizó durante su existencia.
Cabe mencionar que durante su adolescencia, Márquez no sólo destacó en lo académico, pues también llamó la atención en el ámbito deportivo, era buen jugador de fútbol y béisbol, y sobresalió en atletismo.
A pesar de estudiar abogacía para complacer a su padre, él sabía perfectamente que su destino estaba en las letras, fue así que decidió dejar la carrera de Derecho para concentrarse en el Periodismo, una profesión que también le dejó muchas satisfacciones.
Su primer novela publicada oficialmente fue La hojarasca, 1955, cuando Gabriel tenía 28 años de edad, mientras que su última obra la lanzó en 2010, bajo el nombre Yo no vengo a decir un discurso.
Desgraciadamente, el hombre que fue condecorado con el premio Nobel de Literatura en 1982, dejó un vacío en el mundo literario el 17 de abril de 2014. Puedes descargar de las 10 mejores obras de “Gabo”
El amor en los tiempos del cólera
El coronel no tiene quien le escriba